Donde la fantasía se vuelve realidad

Caja de Grillos

El silencio reinaba en el asfalto. Únicamente podía percibirse el motor de algunos coches circulando a poca velocidad, el sonido de los árboles balanceándose por el viento y el cantar de algunos pájaros anunciando un nuevo día. Sus pasos, firmes y acelerados indicaban que el tiempo apremiaba la llegada al trabajo, como también lo hacía su acelerado pulso.
Aquella mañana del día 15 de marzo, había empezado con mal pie, el despertador no había sonado a la hora indicada, el agua de la ducha se quedaba fría cada dos minutos y para colmo las medias se le habían roto nada más ponérselas. Finalmente, tras hacerse con unos buenos vaqueros y un cargado café con leche, salió de su casa dejándose las llaves dentro.

Este es el inicio de Caja de Grillos, uno de mis relatos no publicados (aún). Pero, todo llegará...

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